Anorgasmia
El término anorgasmia presenta no pocas dificultades, pero es válida su utilización debido a su amplia difusión. Se la define como la inhibición recurrente y persistente del orgasmo, manifestada por su ausencia tras una fase de excitación normal y producida a través de una estimulación que pueda considerarse adecuada. Cabe diferenciar entonces este término de anorgasmia solo para estos casos y los referidos a la sexualidad en la mujer. El manual de los trastornos mentales DSM-IV no la nombra específicamente, porque se refiere a otro tipo de clasificaciones más abarcativas que la incluirían. Así se refiere a los trastornos orgánicos, y dentro de ellos al "trastorno orgánico femenino" y a su vez dentro de otra categorización más abarcativa:"trastornos sexuales y de la identidad sexual".
La sexología distingue la anorgasmia primaria, referida a mujeres que jamás han experimentado un orgasmo (ni siquiera por medio de la masturbación); y la anorgasmia secundaria, referida a las mujeres que han tenido orgasmos, pero dejaron de experimentarlos.
Cuando esta situación se da permanentemente se la considera anorgasmia absoluta; pero si es posible alcanzar el orgasmo en algunas circunstancias se la considera anorgasmia situacional.
Para la sexología clásica las causales pueden rastrearse como físicas (5%de los casos) o psicológicas (95% de los casos). Entre el primer grupo estás las causantes fisiológicas o médicas (contracciones reflejas de ciertos músculos localizados en la zona vaginal), enfermedades, traumatismos o ingesta de sustancias. En el grupo de causales psicológicas resultaría interminable una descripción totalizadora, pero se destacan los problemas de pareja (temor al abandono, o a la afirmación de la independencia personal, sentimiento relacionados con la culpa por el placer sexual, motivos educacionales, culturales, sociales, falta de conocimientos sexuales y del funcionamiento del propio cuerpo, ansiedad, depresión, estrés, etc.)
El aspecto psicológico presenta innumerables enfoques, en este sentido el psicoanálisis solo le concede un síntoma fenomenológico y no una entidad psicopatológica independiente. Así la no experimentación del orgasmo remite a al campo subjetivo difícilmente asimilable a una causa directa. De esta manera no se podría decir a tal causa le corresponde una situación de anorgasmia, sino que en todo caso el trabajo sobre la queja de la paciente remitirá a un universo subjetivo que permitirá a un posterior alivio.
Algunos enfoques psicológicos o sexológicos procuran eliminar las actitudes negativas y prejuicios en torno a la sexualidad en general, y al orgasmo en particular, mediante una programación de trabajos tendientes a intervenir en cuanto a las disposición sexual, la relación con la pareja, la relajación, la realización de ejercitaciones, y el aprendizaje, con el fin que la mujer pueda disfrutar de su cuerpo.
Desde cualquier lectura teórica, la anorgasmia es tratable con una eficacia elevada en comparación a otras problemáticas sexuales.